Tengo una cámara de fotos nueva. En realidad, no es tan nueva, ya tiene un par de meses, pero soy tan torpe que aún no la sé usar y por tanto todavía no le he perdido el gusto a toquetearla. Así pues, aunque nunca he entendido a la gente que parece mirar la vida a través de una cámara, sigo llevando la mía en el bolso y haciendo las fotos más absurdas del mundo.
Ahora que en teoría debería disponer de algo más de tiempo, lo cierto es que sigo sin poder sentarme a escribir con tranquilidad, de modo que ya disertaré sobre la fotografía más profusamente un poco más adelante. Por ahora, me limito a mostraros más imágenes de más relojes de sol en Sevilla: el primero está en la fachada lateral de la Iglesia de la Magdalena (no en la calle Reyes Católicos, sino en una bocacalle) y tiene un gemelo en la misma fachada. Me llama la atención porque las divisiones no son iguales, no tienen el mismo ángulo de amplitud e imagino que se deberá a la inclinación del sol respecto a ese lado del edificio. El reloj de la segunda imagen, más normalito, se encuentra en la fachada de la Capilla de San José, en la calle Jovellanos. Parece ser que cuando restauraron la fachada de la iglesia un obrero particularmente bruto soldó el gnomon perpendicular a la fachada y costó trabajo hacerle entender que de esa manera el reloj perdía toda la gracia, según me contó un residente de esa calle.
Ahora que en teoría debería disponer de algo más de tiempo, lo cierto es que sigo sin poder sentarme a escribir con tranquilidad, de modo que ya disertaré sobre la fotografía más profusamente un poco más adelante. Por ahora, me limito a mostraros más imágenes de más relojes de sol en Sevilla: el primero está en la fachada lateral de la Iglesia de la Magdalena (no en la calle Reyes Católicos, sino en una bocacalle) y tiene un gemelo en la misma fachada. Me llama la atención porque las divisiones no son iguales, no tienen el mismo ángulo de amplitud e imagino que se deberá a la inclinación del sol respecto a ese lado del edificio. El reloj de la segunda imagen, más normalito, se encuentra en la fachada de la Capilla de San José, en la calle Jovellanos. Parece ser que cuando restauraron la fachada de la iglesia un obrero particularmente bruto soldó el gnomon perpendicular a la fachada y costó trabajo hacerle entender que de esa manera el reloj perdía toda la gracia, según me contó un residente de esa calle.
3 comentarios:
Me temo que soy un poco bruta porque nunca he conseguido entender los relojes de sol
Hola, Carbo. ¡No conocía este blog tuyo! Tengo que decir que me gustan bastante los relojes de sol (y los relojes de todo tipo). Tengo uno de madera, de esos que venden en los mercados medievales.
Ayhe, ¡si es muy fácil! La sombra del gnomon se mueve según la posición del sol, y se proyecta sobre las lineas con la hora.
http://www.wikipedia.es/result.php?buscar1=reloj+de+sol
Bueno, yo los relojes que no consigo entender son los corregidos, que se adaptan a la fecha en que estemos para corregir la inclinación de la Tierra respecto al Sol en esos momentos... En el Parque de las Ciencias de Granada (sitio al que tengo que volver) había un montón y con esos no me aclaraba.
En cuanto a este blog, yo siempre me he resistido a los blog estrictamente personales, pero a veces apetece contar chorraditas de dos renglones :P
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