domingo, 29 de enero de 2012

La palabra del día (XXIV): alfaqueque

Hace muy pocos días que terminé de leer Califas, guerreros, esclavas y eunucos. Los moros en España, de mi idolatrado Juan Eslava Galán (quien dice en su página de inicio: "Creo que la lectura y la escritura nos permiten ensanchar la vida, ya que alargarla no podemos, y que, junto con la música, la amistad y el amor constituyen las formas de relativa felicidad a la que podemos aspirar los que no creemos en otra cosa. Si algún libro mío os proporciona ese placer, me doy por bien pagado y os quedo muy agradecido.", ¿no es para adorarlo?), lectura de la que he sacado datos curiosos, algunas conclusiones y no una palabra, sino varias. Aun a riesgo de incurrir en delito, me voy a aventurar a dejar constancia aquí de ellas:

1. Alfaqueque: nombrados por la autoridad competente, eran los encargados de negociar el rescate de esclavos, cautivos y prisioneros de guerra.
2.Alfaquí: doctor o sabio de la ley coránica.
3.Almotacén: funcionario encargado de verificar las pesas y medidas, que controlaba que no hubiera estafas en los mercados. Si lo buscáis en la RAE y os fijáis en la etimología, el significado de la palabra en árabe es todo un poema: "el que gana tantos ante Dios, con sus desvelos por la comunidad".
4.Elche: renegado de la religión cristiana.
5.Jamuga: en la novela se usa para designar un asiento en las tiendas de campaña, en tanto que la RAE describe una silla de tijera que sirve para montar a mujeriegas, así que no me cuadra demasiado.

Para más información, la web de la RAE es vuestra amiga ;)

viernes, 13 de enero de 2012

La palabra del día (XXIII): hemorroísa

Tantos años menstruando, y hasta que no he leído El fraude de la Sábana Santa y las reliquias de Cristo, de Juan Eslava Galán, no he descubierto que una mujer con flujo de sangre se denomina hemorroísa. Claro que el flujo de sangre no tiene que ser necesariamente menstruación, pero sí que aplica a las mujeres en ese momento de su ciclo menstrual, por lo que he ido leyendo. Por lo visto, la Verónica era una hemorroísa en el mometo de aplicar su paño al rostro de Cristo, de ahí que apareciera el término en el libro que estaba leyendo.